martes, 1 de julio de 2014

Malestar rojo.


Mi malestar es despertar con la luz del Sol quemando mis pupilas al más mínimo contacto con la luz que emite de forma tal que me juzga por el simple hecho de seguir abriendo los ojos a un nuevo día. Un nuevo día en el que no soy nada más que ese cuerpo extendido en una cama desierta en la cual caí como roca al fondo del mar; solitaria y cayendo lentamente pero con seguridad de que en algún momento tocará fondo. Mi malestar es levantarme dando pasos torpes y tropezando con cada objeto que se interpone entre el baño y yo, cada pared me empuja, cada prenda de la noche anterior tirada en el suelo me recuerda que hasta para mirarme al espejo tengo toda una carrera de obstáculos en frente mío, como si ya no hubiese sido suficiente con el hecho de poner un pie en frente del otro. Mi malestar es finalmente llegar al baño, abrir los ojos lentamente, exponiendo mi retina a la luz y de forma muy precavida dejarme ver a mi mismo eso que queda de mi, eso que dejé una vez más como producto de otra noche en vela, como el resultado de un mundo de aciertos y errores, como si toda una vida hubiese caído encima mío y mi única opción fuese levantarme una vez más y redefinir mi vida, una y otra vez.

Mi malestar es entrar en la ducha, pensando en que el agua puede lavar el pasado, pensando que el pasado es el problema cuando el problema es que aun no identifico el problema. Conozco muy bien quién soy, lo que hago en un día regularmente y lo que hago en una noche. Sé muy bien cuales son mis límites y a la vez cuales han sido mis excesos, sé de qué formas he tocado fondo y las miles de maneras en las que sigo excusándome para volver a caer un poco más bajo, un poco más profundo. De alguna forma siendo esa roca que va yendo lentamente, pero sin duda alguna, al lugar más oscuro del fondo de ese océano donde ya nadie la verá ni la escuchará a excepción de todo lo que haya a su alrededor pudriéndose junto a ella.  Mi malestar es este momento, este en el que salgo de la ducha y el frío que siento no se compara con el frío que emana mi mirada, podría detener el calentamiento global con un pestañeo. Es este momento en el que siento que volver a comenzar es simplemente repetir el día anterior, sentir que mi enfermedad siempre estará ahí, encerrada en mi mirada, cada vez más distante, cada vez más fuera de este mundo, fuera de mi y lejos muy lejos de volver a ver algo más allá que ese tempano de hielo en el que se ha convertido eso que antes era fuego y pasión, amor y valentía. 

Mi malestar es este momento, precisamente este en el que tomo un poco de café, enciendo un cigarrillo y miro por la ventana. Examino el día, veo la gente pasar y pienso en lo que debería vestir hoy. Pienso minuciosamente en la manera en la cual combinaré mis medias con mi atuendo, pienso en mi itinerario del día, los gastos que exige y en la forma en la cual me quiero entretener después de cumplir con las obligaciones sosas, esas que me dan de comer, esas que pagan éste café y esas que hacen posible que pueda fumarme este y otros cuantos cigarrillos diariamente, Marlboro rojo.  Rojo, ese era su color, era el color que lograba emitir su personalidad, eran sus labios, era su ausencia, era el humo que exhalaba de su cuerpo, era su pasión y su lujuria,.

Rojo era el color de mi malestar, este en el que pienso a medida que preparo un desayuno el cual comeré a la mitad y dejaré en la mesa del comedor esperando a ser desechado cuando vuelva a casa con la misma inapetencia con la que salgo ahora. Rojo una vez más, rojo mientras camino, rojo mientras miro a la gente pasar, rojo mientras canto y ojos agresivos juzgan mi desentonado tono de voz, rojo mientras estallan mis tímpanos a medida que subo el volumen, a medida que el rojo se asienta más en mi cabeza y empiezo a flotar unos centímetros. Rojo mientras me alejo, rojo todo mientras vuelvo a mi realidad, esa sin colores, esa que es lo que es y no es más, esa misma que vuelve después de haber nadado en lo que se muy bien es algo pasajero, pero rojo.

Mi malestar es no saber conocer más colores, es encontrarme diariamente con una paleta de colores monocromáticos, todo es blanco cuando amanece, todo es gris a medida que el día pasa y todo es negro cuando la noche me atrapa con sus propuestas y lo único que logra llamar la atención es ese mismo rojo, rojo en todas sus facetas y tonos. Mi malestar es rojo sangre cuando mi cuerpo de hielo no deja de extrañarle, es ese tono de rojo en el que siento que te quiero de todas las formas posibles pero a la vez no encajas en ninguna de ellas. Mi malestar es sentir que todo duele y que ese dolor sea eso, que esa soledad de mis ojos para adentro sean eso y lleven su nombre, mi malestar es quererle de pies a cabeza sabiendo que sus pies no caminan por donde yo lo hago y que su cabeza se ha asentado lejos de aquí, en La Luna, en una luna eclipsada, una roja, como esas que le daba miedo mirar. Roja como esa herida que aun lleva en ella los roces de sus palabras de metal, oxidadas y con ese sabor amargo que deja todo lo que se expone por mucho tiempo a la indiferencia y a lo frío que se siente no poder sentir nada, al miedo que respiran quienes sólo saben del olvido.

Mi malestar es perderme en otra  noche, caminar por la calle sin un rumbo fijo, fumando rojo, sintiéndome rojo, extrañando su rojo y simplemente yendo de calle en calle, analizando todo pero pensando muy poco; creyendo que lo puedo solucionar todo en un instante pero de la misma manera destruyendo todo lo que  logro edificar en cuestión de segundos, en cuestión de lo que dure la canción, lo que dure el camino, lo que dure viajando de un lado al otro sin moverme mucho. Caminar nunca ha sido una de mis pasiones, perderme en mis pensamientos sí lo es, caminar en si no es lo que me está llevando a algún lado, es mi cabeza la que se pierde mientras doy pasos que no tienen destino pero que estimulan esa parte de mi que se debe sentir viva, esos pasos hacen que respire, liberan la adrenalina, me hacen ver el mundo de forma más intensa, de un rojo intenso.

Mi malestar es ir sin rumbo, caminar y verlo todo cubierto en diferentes tonalidades en las que le encuentro a menudo. Rojo rubí es sentir que respira a mi lado mientras la mañana se asoma por la ventana, frambuesa me recuerda el olor del té al desayuno, el rojo cereza me recuerda como su cuerpo se desenvolvía con el mío, el rojo cinabrio me recuerda como sus mejillas se pintaban cuando le narraba poemas al oído. Rojo  cardenal era Neruda, rojo cadmio era Cortázar, rojo caoba para las tardes en las que todo le importaba mierda y rojo arenisca cuando su sonrisa desbordaba de felicidad la habitación. Rojo almagre para calmar sus nervios cuando nada más lo hacía, rojo brillante para cubrir del frio y rojo carmesí para lo oscuro de sus noches sin sueño. Rojo del atardecer para calmar mi ansiedad de sus caricias, rojo bengala para satisfacer sus deseos, rojo amapola mientras le cubría el cuerpo a besos, rojo burdeos para explicarle sin palabras lo que siempre supimos y nunca dijimos, rojo en todos sus tonos para enseñarle a amar. Rojo era todo lo que veía, rojo es todo lo que veo, rojo es lo que me enferma y es ese rojo lo que llamo mi malestar.

Mi malestar es acostarme sobre mis propias derrotas, es dejarme vencer una vez más por el peso de la noche sobre mi cuerpo cansado de no ir a ninguna parte. Mi malestar es querer que el tiempo se detenga, o se devuelva o se adelante; la verdad ya no sé ni qué se puede hacer con el tiempo ya que de cualquier modo y de cualquier forma en cómo lo trate no existe tiempo si no existen motivos para hacer de él lo que quiera, no existe nada cuando no se desea nada y no existe deseo cuando lo que se desea es nocivo. Se vuelve algo complicado manejar los deseos cuando debes limitar y reconocer el punto en el que algo deja de ser satisfactorio y comienza a ser complaciente. Satisfacer es momentáneo, es inocente, es lo que se hace diariamente guiado por una necesidad, ya sea física o psicológica. Complacerse es simplemente lujuria, excesos, necesidad de romper barreras, exceder límites. Volar siendo humano es complacer a lo imposible, ser quién no se es por ser algo nacido del deseo inexplicable de sentir el dolor de tener todo y que eso que tienes sea todo lo que no necesitas.

Mi malestar es prender otro cigarrillo, mirar al cielo y contar inútilmente las estrellas, es sentarme en un balcón donde el frío nuevamente me recuerda mis ojos cansados, donde la brisa me lleva a escuchar susurros que no están ahí, supongo que es la paranoia atacando de nuevo. En mi cabeza siento que llama mi nombre, es imposible que éste sea pronunciado por sus labios. En silencio siento que converso con pensamientos que no logro expresar, siento que dentro de mi al igual que los tonos de rojo hay miles y miles de conversaciones, como si una doble moral batallara en mi cabeza, como si mis mil demonios por fin se percataran de su existencia y decidieran hacer conmigo lo que se les antojara, destruirme desde adentro, acabar con lo que queda, eliminar el brillo en mis ojos, ese que hiela mi pasión pero que enciende la incertidumbre de quién los mira. De alguna forma simplemente acallo esas palabras y me dejo consumir por la noche al igual que al soplar mi cigarrillo este sucumbe ante mi aliento. Mi noche es temblar sabiendo que no es por el frío  sino por su ausencia, es sudar de forma que recuerdo sus abrazos pero a la vez sólo siento sus puñales, es no poder cerrar los ojos ante la noche que ya me a desechado al cumplir con su objetivo, es no poder conciliar el sueño sintiendo que a donde mire me quedo ciego y todo lo que siento es el cansancio de un día más en el que perderme en mi mismo sigue siendo rutina. 

Mi malestar es un vicio que no logro dejar a un lado, es reconocer que aun sigue ahí, martillando poco a poco la pared que he ido forjando a medida que voy recuperándome en silencio detrás de esa estructura que considero impenetrable pero que sé muy bien que es aun es vulnerable a las palabras, a sentir, a dejar de ser esto en lo que me he convertido. Mi malestar no es mirar hacia atrás porque no necesito ver en ninguna dirección cuando el problema lo llevo dentro de mi, mi malestar no es no poder levantar la cabeza porque sé claramente que no puedo ir a ningún lado sin mirar minuciosamente de qué forma estoy dando los pasos. Mi malestar no es hacer algo sino dejar de hacerlo, lo que me desvela no es lo que he hecho sino lo que no he logrado hacer y lo que no tengo intenciones de llevar acabo aun. Mi malestar es querer seguir perdido porque perderse por un segundo no te enseña nada, te asusta pero no te enseña, te hiere pero no te mata. Por otro lado, perderse indefinidamente te mata de a poco, te hace conocer lugares, conocer caminos, conocerte a ti mismo. Conocer colores, conocer tonos, conocer el mundo más allá de lo pálida que puede a llegar a ser la realidad, de lo sin sabor que puede llegar a ser seguir un lineamiento especifico sin salirse de éste por un segundo. Perderme no es mi malestar porque mi malestar no es un estado, no es un algo, ya ni creo que sea un alguien siquiera, mi malestar es simplemente eso que sientes cuando lo que sientes no lo puedes describir, cuando lloras seco, cuando ríes por complacer más no por sentir, cuando esbozas sonrisas a cambio de aceptación, cuando callas todo lo que en tu silencio te ataca por miedo de que sea a ti a quién el mundo calle. Mi malestar tiene color y siempre será el rojo, el rojo que mata, el rojo pasión, el rojo que escurre de un cuerpo sin vida, el rojo que sudan dos amantes que están destinados a la desgracia. Mi malestar es estar aquí y ahora, tumbado en escombros de vida, en retazos de momentos vividos pero olvidados, en arrumes de palabras dichas pero que ya no se sienten, es mirar hacia cualquier esquina de las paredes que te rodean y poco a poco quedarte ciego mientras te lamentas porque el Sol volverá a salir, porque la madrugada será fría y el amanecer rojo como ninguno una vez más. Mi malestar es pintarlo todo rojo, sentirlo todo enfermo, sentirlo todo destruido. Mi malestar soy yo, soy yo ayer, soy yo hoy, soy yo mañana, perdido en rojo. 

jueves, 13 de febrero de 2014

Parte 7: Los espirales

No, no me he rendido en el amor ni mucho menos lo dejaré a un lado. Siempre ha sido el motor de mi vida, lo que inspira mis aspiraciones, mis metas, mis ambiciones y a decir verdad, la mayoría de mis desgracias. Es por el amor por quién he escrito en repetidas ocasiones, es por ese sentimiento por el que he sentido la necesidad de ir más allá de mis alcances, más allá de mis límites y rompiendo todo eso que creía tan fuerte, tan estable, tan inquebrantable y seguro. De un momento a otro veo todo como un pasado extraño, como si ese que yo era antes fuese una persona que no recuerdo, como si hubiese estado en coma todo este tiempo y que esa persona simplemente nunca hubiese existido, como alguien dentro de mí. Es tan difícil familiarizarse con un sentimiento que te hizo sentir así, al punto de no creer sentir en absoluto y simplemente dejar tus sentimientos en una caja que no pretendes abrir en mucho tiempo, que no crees querer volver a abrir; no le ves necesidad, no le ves un uso ni encuentras el porqué de querer sentir algo en absoluto. 

Nos pasa a todos en algún momento que sentimos que estamos haciendo las cosas mal, que reconocemos que estamos en una bajada sin ningún rumbo que pueda ser bueno pero igual seguimos dirigiéndonos al vacío sin nada que valga la pena. Simplemente nos dedicamos a caer, a caer, a caer...seguir cayendo y riéndonos de nosotros mismos en esa caída, sintiendo lo idiotas que somos pero encontrando cierto placer casi enfermizo en ver en ese reflejo en el espejo todo el daño que te has hecho a ti mismo pero a la vez viendo en tus ojos esa persona que te dice y te confirma quién eres, que te reafirma lo que eres, lo que tienes, lo que quieres en tu vida pero que de alguna forma ese mismo personaje en el espejo se hace cómplice de tus jugadas, de ese conjunto de movimientos que te llevan cada vez más bajo, más hondo, más lejos de ese camino que de hecho podría hasta reencontrarte contigo mismo.

¿Qué haces entonces cuando ni tú mismo puedes reconocer en tus pasos un camino erróneo? ¿Qué haces cuando estás dirigiéndote en un sentido sin sentido? ¿Qué haces cuando tú mismo eres la fuente de todos tus dolores? ¿Qué pasa cuando te gusta? No sé cómo sea en el caso de los demás, no soy nadie para ser pre juicioso y mucho menos alguien para hablar de lo que está o no moralmente correcto. La moral no es realmente un tema que sepa definir ya que no es algo que encuentro que esté correctamente conceptualizado en la época en la que vivimos. Lo correcto y lo incorrecto está en estos tiempos establecido por reglas que nos imponen, por pensamientos y conductas de comportamiento que determinan su 'moralidad' según un montón de papeles, reglas y conjunto de pensamientos preestablecidos en los cuales tenemos que creer y por los cuales tenemos que responder de cierta manera. No sé realmente como vivir en un mundo en el cual lo que es bueno o malo es bueno o malo para alguien que eligió por mí lo que tengo que creer qué es o no bueno. Obviamente hay una conducta en cada uno de nosotros que determina estas cosas, hay ciertos valores, cierta educación y forma de crianza que nos estipula lo que tenemos o no que pensar. Pero, detrás de eso, detrás de lo establecido ¿qué pensamos realmente? ¿Quién tiene el valor de decir algo inmoral hoy en día? ¿Quién se atreve a ser desquiciado? Quién conoce la crueldad conoce la verdad del mundo en el que vive, quién reconoce la virtud en lo inmoral sabe cómo manejar el mundo que lo rodea, el aire que irreverentemente aspira día a día. 

Dicho lo anterior y teniéndolo en cuenta quisiera retomar mis vivencias haciendo un pequeño énfasis en lo que considero que fue el comienzo del final; supongo que en algún punto lo que nos pasó es que quedamos en un completo silencio que muchas veces no supimos manejar, nos pasa seguido que siempre que existe un espacio sin nada que decir o nada que hacer simplemente nos sentimos incómodos, incompletos, con ganas de correr y dejar ese espacio sin llenar, esas palabras sin decir y ese momento sin vivir al máximo. Pues son esos silencios los que llenaban todo, esos en los que una sonrisa, una mirada, un suspiro o un gesto le daban más significado a esto que debería ser tomado de una forma totalmente diferente. Pero hoy no quiero hablar mucho de estos silencios porque por muchas noches estos silencios lo fueron todo, tocaron cada fibra y llenaron cada espacio que para muchos puede parecer inconcluso pero que para mí complementaban todo lo que se sentía sin sabor alguno.

No hablaré de silencios porque los silencios fueron muchos y siendo muchos fueron perfectos. Quiero hablar del ruido, de los estruendos, de la música fuerte, de los gritos y de los llantos, de lo que ensordece nuestros cuerpos. De lo que ciega el alma, de eso tan fuerte, tan nocivo y tan llamativo e enviciante que se confunde por placer sabiendo que el placer es pasajero y la felicidad a pesar de ser efímera es constante y enriquecedora, no complaciente e hiriente. Quiero hablar de cómo las palabras crean puentes hacia mundos diferentes, hablar de la forma en que los estruendos nos lanzan a mundos alternos y de una manera gradual lo que comenzó siendo una noche terminó siendo una semana, un mes y una eternidad de tiempo rodeado de gritos, de paranoia, de una angustia que nadie conoce y que nadie calma; de una música que no dejamos de escuchar, una canción que suena como la misma, esa que dice que busques una salida cuando tus ojos sólo te muestran curvas sin rumbo, sin metas, sin nada más que tus deseos y esa avaricia que de una forma irónica por quererlo todo, todo es lo que te ha quitado. Quiero hablar de ese día en que nos perdimos por querer probar caminos alternos, por caer en espirales de los que eventualmente supimos salir pero siendo dos personas que no compartían la misma vida, dos personas que cambiaron, que se aceleraron a vivir y que en ese afán perdieron el motor de su vida, los lineamientos de su amor, el objetivo por el cual en un principio decidieron caminar juntos. Dos personas que se conocieron en una tarde soleada y silenciosa pero que se dejaron de conocer en noches tan oscuras que ni pudieron reconocerse en la mirada del otro.

No podría ni comenzar a explicar lo que fue ni cómo pasó, de un momento a otro nos enfocamos en todo en lo que no debimos, tomamos tantas decisiones equivocadas que la única que parecía ser genuina y pura terminó siendo simplemente una opción. Amor ya no era lo mismo, el contacto, las caricias, la música que escuchábamos en una tarde lluviosa ya no era amor, ya no eran momentos perfectos sino vivencias efímeras, llenas de cargas emocionales pero de otro tipo, de esas que dejan tu moral por el piso, que dejan la consciencia intranquila y que al siguiente día todo lo que te deja son arrepentimientos y rencores que no se van como se fueron muchas cosas. Aquellas cosas que no vuelven, cosas que se desvanecen como lo hacían los causantes de esta separación en primera instancia. El dolor ya no era algo que compartíamos, no era algo que fuese mutuo o que ambos sintiéramos como uno sólo, cada uno tenía un mundo por el cual llorar, cada uno se encargó de destrozar lo que habíamos construido, lo individual y lo que teníamos en común, lo que con tanto esmero llegamos a perder por un placer que nos destruyó el mundo, la vida de cada quién resultó ser la vida de algo externo a nosotros, dependiendo de algo más que no eran sus manos, no eran sus besos, no eran sus palabras, no, no era nada de esto. Era un mal que nos consumía, que nos alejaba y nos dejó viendo en nuestros ojos nada más que recuerdos muertos, jardines de recuerdos expirados, sueños que se fueron rodando y terminando en un barranco de vivencias que nos desapegaron de la vida misma.

Quisiera decir que en algún momento de la historia supe que todo iba a ser así de devastador, realmente lo fue y no necesariamente fue malo, no fue malo en absoluto. Recuerdo muy bien una tarde sentados frente a un parque sin gracia, lleno de eso árboles torcidos que tanto me gustaban, recuerdo cómo hablábamos de la vida creyendo que la teníamos en la palma de nuestras manos, creyendo que éramos los arquitectos de nuestros propios destinos y jurándole a ese cielo gris que nos cubría que no importaba que tan fuerte soplara el viento ni que tan duras fueran las olas en la marea de nuestras vidas, nos juramos planear siempre todo a favor de cada quién

Y así fue cómo resultó todo en realidad, nada fue malo, nada fue perfecto pero si fue devastador, todo de algún modo se derrumbó, todo cayó pero lo hizo para ser más fuerte. De cierta forma encontré en la desgracia la fuerza que necesitaba para ser mejor y también para reconocer lo peor. Conocerte a ti mismo no es saber de tus cualidades y alcances, es reconocer qué es eso que puedes llegar a ser, cual es esa parte oscura que no conocías antes, esa que te da pena mirar al espejo, esa que cae tan bajo que reconoces como parte de ti mismo pero que solo quieres saber de ésta como algo que está en ti más no alguien que quieras ser. No, nadie me ha hecho seguir pasos que yo mismo no me haya impulsado a dar, pero tampoco nadie nunca me ha dicho que lo deje de hacer, no voy a decir que quién soy ahora es producto de un intento fallido de felicidad porque si algo he aprendido es que la felicidad en la vida viene fraccionada, viene suministrada en pequeñas dosis que la vida te va soltando de a pocos.


No me quejo de haber perdido ni me arrepiento de reconocer en mis ojos ese vacío, si el mundo ha sabido de mi vida es por las cicatrices en mis manos, por lo que hace falta en mis ojos y por los pasos que sigo dando sin saber hacia qué es lo que me dirijo pero con la certeza de haber aprendido lo suficiente para no caer en los mismo espirales en los que ya he vivido y por los cuales innecesariamente he sufrido. La paranoia y la angustia ya no son parte de mi vida, las noches sin dormir y la ansiedad por una nueva mañana se los dejo a aquellos que no han sabido encontrar en sus vidas un lineamiento apropiado ni un motor diferente a lo que la superficialidad y la avaricia pueden otorgar. A quiénes decidan volar se los recomiendo, a quienes decidan tirarse al vació les doy la bienvenida para que caigan, para que disfruten la caída y para que así como yo sepan apreciar un buen golpe al volver a la vida real, esa que duele pero de la que aprendes. Esa que dicen no querer vivir pero que lamentablemente es la única que tenemos. 

viernes, 30 de agosto de 2013

Parte 6.5: All I Want.


Para esta última parte del Soundtrack escogí solo una canción y le dedicaré solo una entrada porque realmente se la merece y lo que esta canción significa para mi es invaluable. No no estoy loco, pero la música constantemente me manda en un viaje directo a un mundo que no se alcanzan a imaginar. Es la misma canción, dos vídeos, el primero es el oficial que lo pongo porque muestra un mensaje muy bonito en mi opinión. Creo que ya he puesto varias canciones de esta banda en mis entradas y realmente deben escuchar lo que hacen, no solo con sus vídeos y sus canciones sino también con sus versiones acústicas y 'live' que resultan aun mejores que las originales y que en mi concepto logran hacer emerger sentimientos increíbles, de ahí el segundo vídeo que es la versión acústica que, sin decir mentiras, la primera vez que la escuche la tuve que poner unas 5 veces hasta que dejara de ponerme la piel de gallina y una sensación de 'paz' indescriptible. 





Voy a dividir la canción en sus respectivas estrofas para comentarla mejor....


All I want is nothing more
To hear you knocking at my door
'Cause if I could see your face once more
I could die a happy man I'm sure

Esta parte me hace pensar en lo que de pronto comentaba anteriormente de ese momento en el que uno quisiera que la persona volviera, sin un motivo específico la verdad, solo que volviera de alguna forma y así poder lograr ese 'closure' que no se da a menudo cuando una relación termina sin que todas las cosas se hayan dicho correctamente o de pronto sin haber podido darle a la relación un poco más de fuerza, de esfuerzo en seguir adelante sin importar lo que pase. Eso es algo que siempre resaltaré de mi idea de amor y es el hecho de no sucumbir ante lo malo que pueda pasar, ante los problemas que puedan presentarse. Amor es saber que lo puedes vencer todo, que puedes ser más grande que un simple problema o una simple obstáculo. Hoy en día está un poco disperso ese concepto de amor, es decir, una infidelidad, un desacuerdo, una pelea insignificante son suficientemente fuertes para romper ese lazo que en realidad parece indestructible, en mi concepto esos factores son poco para dañar una relación, se necesita de mucho más que eso para romper con algo tan puro como lo puede llegar a ser una mirada, un beso, un momento. Para mi nunca será suficiente y nunca serán estos factores excusa para dejar de pelear por algo que realmente amas y no quieres dejar ir, a veces es necesario un espacio, una distancia, un momento aparte, pero nunca va a ser necesario dejar de luchar por algo que amas y que piensas que debes dejar de amar solo porque no sabes cómo ni con qué armas confrontarlo. Ese es el problema, pensamos en planes, en armas, en ser los más fuertes, pero siempre pensamos de esta manera de forma errónea porque si deben haber armas, planes y fuerza, pero para volver a donde las cosas se dañaron y luchar con ellas, amar de nuevo, o bueno, amar mejor y sin dudar ni un segundo en que pelear y aparecerse ante alguien nuevamente es bajar la guardia, todo lo contrario. 


When you said your last goodbye
I died a little bit inside
I lay in tears in bed all night
Alone without you by my side


Recordar el momento, ese momento cuando tu alma se destrozó, se partió en pedazos esa construcción que habían hecho ladrillo a ladrillo, poco a poco, con paciencia y con un objetivo, amar. Recordar ese momento en el que te tocó perder, en el que te tocó llorar noches interminables, en el que el silencio y la soledad eran los protagonistas de tus noches de insomnio en las que únicamente algún medicamento te ponía a dormir y alguna otra sustancia era lo que te abría el apetito. Morir por dentro es una metáfora de la que nunca había tenido que ser protagonista, de la que nunca pensé ser participe y la cual nunca pensé que fuera así de cruel, de fría, simplemente desgarradora y preocupante. Recostarse en una cama fría, llorar, no sentir su compañía, ver como tu mundo se desvanecía mientras al otro lado de la ciudad un nuevo amor se estaba pregonando como si tu corazón fuese desechable y minúsculo. Dormir se convirtió por semanas en un mito, comer era insoportable y el hecho de levantarse cada día era sufrir con cada paso dado en vano, con pasos que dabas tratando de acercarte mientras en el otro lado de esa historia él corría hacia quién sabe donde, ni el lo sabía, ni yo lo sabré. El sigue corriendo y yo dando pasos de bebé hacia un sitio que aun desconozco. 

But If you loved me
Why'd you leave me?
Take my body
Take my body
All I want is,
And all I need is
To find somebody.
I'll find somebody like you.

A veces simplemente queremos una explicación, una justificación al por qué dejamos de luchar, porque nos rendimos y porque no somos capaces de arreglar lo que sin dudarlo se puede arreglar. Muchas veces me pregunto si el amor es lo que es, si fue lo que fue y si siendo eso fue tan grande porqué entonces dejamos a un lado eso que sentimos y simplemente tomamos un camino diferente. Entiendo que hayan factores más allá del amor que puedan influenciar esta decisión pero también entiendo y recalco en el hecho de que no son suficiente en el momento de compararlo con un sentimiento y la sencillez de lo que éste nos hace hacer, sentir, lo que nos hace imaginar y soñar. Cuando nos dejan así lo único que queremos es no sentirnos vacíos, rotos, sin vida y sin un motivo. Es bueno tomar nuevos enfoques, tomar las riendas de tu vida nuevamente e ir tras nuestros objetivos propios y nuestros sueños, pero de igual forma es muy bonito imaginarnos esa nueva vida teniendo esa persona que amamos al lado, teniéndola de apoyo y reconociendo que no es solo a quién amamos quien está ahí sino también es esa persona que te acompaña por la que nos podemos encaminar más adelante en nuevos caminos, esa que nos inspira y hace que ese 'completo' sea aun más completo, sea un nirvana, una felicidad absoluta. Cuando pensamos de esta forma simplemente queremos encontrar a alguien mas, alguien que nos acompañe, que nos motive, nos inspire en nuestro camino personal y nos invite a crear caminos nuevos, caminos llenos de amor, de compartir esa felicidad que da el crecimiento personal junto a uno sentimental. Es equivocado decir '...I'll find somebody like you' porque nunca vamos a encontrar a nadie igual, pero de pronto, después de mucho caminar, aprendamos a amar de nuevo, amar mejor, o simplemente retomemos un camino viejo y luchemos de nuevo, encontrando en esa misma persona una nueva persona que es ahora lo que no pudo ser antes, lo que no pudieron juntos ser antes, lo que les faltó luchar para seguir amándose. 

Oooohhhh ohhh

Aunque no lo crean hasta esta parte tiene su significado, lo tomo como ese grito desesperado por llamar su atención, por hacerlo abrir los ojos, por decirle de alguna forma que note que estoy acá, esperando que toque a mi puerta, esperando que me explique por qué se fue y porque dejó de luchar, por qué lo hizo si me amaba, por qué después de que todo se ha acabo es cuando más se empeña la vida en hacer que el amor crezca en vez que se desvanezca. Oooooooooooooooooh!.

So you brought out the best of me,
A part of me I'd never seen.
You took my soul and wiped it clean.
Our love was made for movie screens.

Siempre voy a resaltar ante todo que la relación fue perfecta en la medida de lo posible, en realidad fue una relación que ayudó a ambas partes a crecer como personas, a superar muchas cosas, a romper barreras y poner por encima de todo el amor y esa necesidad casi absurda de estar ahí el uno para el otro. Una relación incondicional, que en realidad aportó para ambos muchísimas cosas y que nunca dejó de ser sincera y tierna. Nunca diré que fue una relación que me desgastó, que me hirió o que sea algo de lo cual me arrepiento, todo lo contrario, vivir esos días fue vivir gran parte de mi vida. No conocía en tan pocos detalles lo grande que se puede llegar a sentir una persona, no conocía ese lado del amor, conocía solo decepciones y amor de mentiras, conocía esa parte fea del amor en la que me negaba a creer y en la que decía que todos estaban equivocados y lo estaban. Conocerlo fue conocerme a mi mismo, conocer mis límites, mis barreras, mis miedos, mi complejos, mis defectos, mis debilidades, mis capacidades y mis alcances. Dirán muchos que son exageraciones pero ver quién eres en los ojos de alguien que te ama es verte a ti mismo mejor, una versión que desconocías y que en sus pupilas viste para darte cuenta de cosas de las cuales antes ignorabas o desconocías. Por otro lado fue una relación ejemplar, es decir, envidiable, eso no solo hacia que te enorgullecieras de lo que tenías sino que lo podías pregonar, lo podías mostrar al mundo y el mundo se moría de celos, de envidia. El mundo comparaba sus relaciones con la tuya y era la mejor siempre, la que no se quebraba, la que prevalecía, la que todos amaban y nadie pensaba que terminaría, si eso pensaba el mundo, si eso piensa el mundo aun, debió y debe ser una relación de película, literal. 

But If you loved me
Why'd you leave me?
Take my body,
Take my body.
All I want is,
And all I need is
To find somebody.
I'll find somebody.

Ooooohhhhhh

If you loved me
Why'd you leave me?
Take my body,
Take my body.
All I want is,
All I need is
To find somebody.
I'll find somebody like you.

Oooohhh

Estos dos últimos coros tanto en el vídeo oficial como en el acústico simplemente me tocan el alma, en el vídeo oficial está este tipo desfigurado que nadie quiere, del que todos se burlan y que es despreciado siempre. Pero en esta parte el defiende lo que quiere, es decir, a la mujer bonita que igualmente lo desprecia, pero es ahí donde nuevamente veo como el amor pasa por encima de eso, en ningún momento ella le da motivos para que la defienda ni para que el mueva un dedo por ella, pero por encima de eso el la quiere, la ama, la ve desde lejos y siente lo que sea que sienta por ella, la defiende aun sin saber qué pueda pasar, pelea por ella sin saber si la pelea valga la pena, eso es lo que yo hago, de forma silenciosa espero hasta que necesite demostrarle que siempre pelearé por el amor. Cabe resaltar también de ese vídeo como el hombre es totalmente humilde, callado, sumiso de cierta forma pero a la vez valiente con lo cual al menos yo me identifico, siendo esa persona que calla cuando en realidad necesita gritar muy fuerte, siendo ese que pelea internamente con lo que siente, ese que no se rinde y que simplemente espera, ama en silencio y sigue su vida siendo feliz pero con ese sentimiento guardado, ese que nunca se extingue ni nada lo apaga. 

En el segundo vídeo esos coros son increíbles porque muestran esa paciencia y a la vez ese desespero que produce la letra de la canción, como tiernamente nos preguntamos el porque de esas cosas que no sabemos como responder y como mediante un grito le damos la vuelta a eso miles y miles de veces, denotando esa impaciencia mientras le pegan al piso, mientras dan vueltas a la cámara y juegan con las luces creando una sensación de angustia, desespero, alegría y dolor al mismo tiempo, dirán que soy exagerado y que veo cosas donde no las hay pero si sintieran lo que siento se explicaría perfectamente. 

Esta será de esas canciones que, si ya no lo he hecho, cantaré borracho con alguna amiga despechada, con alguna persona que entienda lo que es tener el corazón roto y que entienda cómo estas palabras se funden en mis venas. No sé si lo expliqué bien pero creo que sí lo hice y si le dediqué toda una entrada y una explicación tan específica es porque en realidad tiene ese valor sentimental que solo yo le pude dar, que en soledad le apliqué. Es una canción que me hace sonreír y a la vez llorar en esas noches de insomnio que aun no se van, es de esas letras que son sencillas y para cualquiera serían como cualquier otra canción pero que realmente para mi es ese grito de atención,  esas letras que solo quieren decir una cosa que está más que implícita en todo lo que he dicho, esas letras que a mi me llegan muy adentro, donde ya desconozco lo que hay, donde ya no siento nada más que ausencia y una poca esperanza, una ilusión y por encima de todo el amor, ese que nunca acaba y que es todo lo que quiero.


"If you LOVE me, why you leave me?"

jueves, 29 de agosto de 2013

Parte 6.4: Scared to never feeling it again.


Las canciones que vienen en este son básicamente las que te hace recordar, pensar, analizar los cambios que conllevan ese desapego obligatorio y ese sentimiento tan extraño que es el de sentir que a pesar de todo, amor es amor, no se va ni se olvida. 


No creo que deba hablar de arrepentimientos acerca de nada que haya hecho mientras por eje tenía en mi vida un sentimiento tan grande. Esta canción me recuerda eso, no arrepentirme de absolutamente nada de lo vívido, no considero en ningún momento que amar sea una perdida de tiempo y tampoco considero que el arrepentimiento sea una salida fácil a sentirse uno mejor con uno mismo, por otro lado es bastante inútil y no deja nada bueno más que espacios vacíos que obviamente ya no puedes rellenar. "50 states, 50 lines, 50 crying all the time." No importa cuantas veces lo haga, cuantas veces intente seguir ese patrón de comportamiento del intento de olvidar, no importan las veces porque simplemente no hay puntos de comparación, no hay nada que hacer y el tiempo es el único que se encarga no de hacerte olvidar sino de que al recordar te deje de doler. El amor es un sentimiento que nunca duerme, que siempre recuerda y que difícilmente y lamentablemente, nunca perdona ni vuelve de la forma en que quisiéramos. 

"I will smile, I will smile, I will smile..."


Esta canción es de esas que escuchas y que de alguna manera quisieras ser el receptor de la canción y no quien la enviaría. Alguna vez sintieron como por todo su cuerpo esa sensación de que el amor se les metía en el cuerpo, esa emoción, ese salto que dan los corazones en el momento de encontrarnos con esa persona que nos hace escribir este tipo de cosas. Esta canción me recuerda ese sentimiento, me recuerda como lo he extrañado, como el frío es lo único que en este momento hace que tiemble de esa misma manera, como espero que de alguna forma vuelva y me encuentre fumando un cigarrillo que le dedico siempre a su ausencia. Me recuerda lo inútil que es intentar devolver el tiempo y enmendar las cosas que no podemos cambiar pero también me hace pensar en que no siempre es necesario devolver el tiempo y que es cobarde el que lo piensa porque significa que no puede enfrentar un futuro que probablemente logre cambiar ese presente que no tolera vivir pero que por miedo y algo más allá del entendimiento, simplemente no puede hacer o reconocer. Esta canción me recuerda definitivamente noches frías, de insomnio, de recuerdos y cigarrillos, de mi sueño estúpido de poder coger una guitarra y cantar como esta impresionante mujer. Los arrepentimientos son necesarios, no para cambiar lo que no podemos, sino para reconocer que vivimos en un presente que aun está sujeto a modificaciones que están en nuestras manos, eso, si no decidimos ignorarlas. 

Esperar.




No sé que tan acorde sea esta canción pero es de esas que sin duda escuchas y te hacen quebrar ciertas fibras dentro de ti. Muchas veces cuando amamos a alguien nos olvidamos de pensar en lo que nosotros sentimos, independientemente de que ambas partes sientan lo mismo siempre hay un factor determinante en una relación y ese factor es el factor VIDA. La vida aparece en muchas relaciones y simplemente cambia el rumbo de las cosas. Las prioridades muchas veces se opacan de forma terca y seguimos haciendo del amor el centro de todo lo que conocemos, es bonito pensar de esta forma pero es totalmente errado, me hubiese gustado saber esto hace mucho porque conociendo este angulo de una relación podrías manejar mejor tus emociones, canalizarlas correctamente y poder de esta forma mantener un equilibro que no desborde nada en tu vida. Esta canción me hace pensar en un futuro, lamentablemente uno en el que sigo en su compañía, un futuro donde se evidencia que pude darlo todo en todos los aspectos de mi vida y aun así tener esa paz que lamentablemente muchas veces te da el hecho de tener alguien a tu lado, incondicionalmente. Me recuerda de igual manera como las cosas cambian y todo se desvía totalmente de nuestros sueños, como de repente la vida te da ese golpe que te torna en una dirección que supones debe ser la correcta, en la que duele cada paso, en la que te niegas a mirar hacia atrás pero te es indispensable para poder conocer a donde quieres llegar, sabiendo perfectamente que los golpes son necesarios y que nunca la vida te los dejará de dar, es increíble. 







Acá hay dos canciones.
La primera, no sé si a alguien más le pase, pero todos tenemos una persona por la cual en algún momento del día nos detenemos a pensar, volteamos la mirada hacia un punto indefinido en el firmamento y simplemente recordamos, sonreímos, inclusive hasta de pronto se nos escape una lagrima por eso en lo que estamos meditando tan corta pero significativamente. Estoy seguro de que le pasa a muchos, bueno la primera canción me hace pensar en estos momentos en los que simplemente nos desconectamos del mundo, o ese momento en el que estamos frente a un espejo, mirando unos ojos en los que de pronto algo falta, mirándonos al espejo reconociendo que algo se fue de allí y es en ese momento cuando de tus ojos incompletos brota esa lagrima que muchas veces es una de felicidad, recordándote no solo lo feliz que fuiste sino lo que sabes ahora que no sabías antes y lo que amaste antes que no logras encontrar ahora. Esta canción me hace pensar en un reencuentro, en un regreso, en una charla llena de risas y memorias, en esa paz que aun no encuentro en sus palabras, esas que aun no se han dicho y nunca podrá decir.

La segunda, es una canción que me hace pensar en lo que se siente en el momento en que no recuerdas quién eras estando en ese estado de felicidad extrema, es decir, te has vuelto tan crudo, tan cruel, tan frío y desapegado que simplemente ya no puedes imaginarte como una persona cálida de nuevo. Me recuerda que tengo miedo, si, tengo mucho miedo de seguir adelante y es por eso que aun le escribo al pasado, para sacármelo, como si de alguna forma a medida que voy escribiendo lograra dejar plasmado ese amor en papel pero sacándolo de mi cuerpo, dejándolo letra por letra como un camino que no debo volver a recorrer nunca jamás. Tengo miedo de esta persona fría que de alguna forma ya no siente nada, que no tiene la compasión de antes, el calor de antes, lo único que me queda es un humor impecable y una máscara que lo acompaña "Sometimes we wear a mask for so long that we forget who we were beneath it." Recuerdo que existe ese miedo dentro de mi pero también recuerdo como antes he logrado ser una mejor persona y no caer en ese espiral en el que caen todos, siempre estoy consciente de cómo estoy actuando y lo que eso conlleva, pero de igual manera conozco mis límites, reconozco cuando los excedo y me devuelvo al punto medio. Tengo esperanzas en dejar que todo dentro de mi, todo eso malo sea cuestión del pasado y que mi futuro siga acompañado de estas canciones que me recuerden esos puntos que se me olvidan cuando estoy ensimismado en una idea inútil. 

"Let it go, go out and start again."






Yo diría que esta, en caso de ser dedicada en este punto, sería un intento desesperado. Cuando estamos enamorados es difícil reconocer límites, reconocer cuando es el amor el que habla y cuando definitivamente la razón fue dejada a un lado. Muchas veces hacemos promesas que no podemos cumplir, ¿porque? por que la vida siempre nos pone obstáculos, saltos, caminos, personas que decidimos si dejamos o no entrar a nuestras vidas. Una de las razones por las cuales uno comienza a ser frío ante el mundo es cuando reconoce que ha dejado entrar muchas personas a sus vidas y de esas personas la mayoría termina en decepción, son demasiadas promesas sin cumplir, muchos años invertidos en algo que de repente se esfuma y nos hace pensar en el por qué dejamos entrar eso en un principio. En el amor, dejar entrar a una persona siempre será un desafío en el que vamos cegados, sin saber qué pasará y eso es lo que lo hace tener esa magia, esa ansiedad, ese apego a una persona que promete pero que de a poquitos cumple dándonos una imagen indeleble de ese concepto de amor. A lo que voy es que por una persona podríamos prometer muchas cosas, realmente amar a una persona es pintarle un mundo perfecto donde la seguridad, la confianza, el consuelo nunca vayan a faltar. Realmente intentaría desesperadamente que rompiera esas barreras, dejar de nuevo entrar al amor, reconocer que no hay nada imposible, crear un nuevo mundo y alzar nuevas barreras, juntos "...shinning your light my way."






Realmente de esta canción solo puedo dejar la letra, se explica sola....

You trembled like you'd seen a ghost
And I gave in
I lack the things you need the most, you said where have you been
You wasted all that sweetness to run and hide
I wonder why
I remind you of the days you poured your heart into
But you never tried
I've fallen from grace
Took a blow to my face
I've loved and I've lost
I've loved and I've lost

Explosions...on the day you wake up
Needing somebody and you've learned
It's okay to be afraid
But it will never be the same
It will never be the same

You left my soul bleeding in the dark
So you could be king
The rules you set are still untold to me and I lost my faith in everything
The nights you could cope, your intentions were gold
But the mountains will shake
I need to know I can still make

Explosions...on the day you wake up
Needing somebody and you've learned
It's okay to be afraid
But it will never be the same

And as the floods move in
And your body starts to sink
I was the last thing on your mind
I know you better than you think
'Cause it's simple darling, I gave you a warning
Now everything you own is falling from the sky in pieces
So watch them fall with you, in slow motion
I pray that you will find peace of mind
And I'll find you another time
I'll love you, another time

Explosions...on the day you wake up
Needing somebody and you've learned
It's okay to be afraid...
...but it will never be the same.

Oh well...








Esta canción me recuerda lo triste que es darte cuenta de lo poco que valora la gente una relación después de que termina, es decir, puede que valoren la relación, pero todo sin acciones se queda en nada. Palabras sin decirse son solo pensamientos y pensamientos sin ser expresados no estoy seguro de que puedan llamarse 'algo'. Después de cierto tiempo uno realmente necesita ciertos espacios para limar asperezas o algo por estilo, cuando este espacio se niega es cuando se hace muy difícil entonces ese 'closure' que algunos necesitan para seguir adelante, de alguna manera esa paz no la logras con solo ser tu quién es 'la mejor persona' y deja todo en calma, todo en paz y sin ningún tipo de resentimiento, es algo así como el funeral de la relación, ese momento en que todo queda claro para ambas partes, de nada sirve reconocerle tus verdades cuando del otro lado solo tienes silencios o ataques que no te dan esa estabilidad que estás buscando. Después de tanto tiempo uno espera lo mínimo y eso es lo que esta canción me transmite, cómo estando ya uno lejos del otro, primero, se niega este espacio, y segundo como de ambas partes el sentimiento sigue siendo tan fuerte pero de una manera orgullosa y que raya en lo estúpido simplemente se niega para no llegar a una verdad que no sabrán cómo manejar. El amor cuando se niega es como si se matara a un poeta, como si un libro no se escribiera y como si un manojo de verdades se convirtieran en mentiras. 






'One', cuando creemos que de alguna forma amamos tanto a una persona que nos sentimos parte de ella, parte de su cuerpo y que todo lo que le pase a esa persona nos duele a nosotros, lo que le duela a el me dolería a mi y en un momento si lo sientes así, aun lo siento así y no entiendo el porqué de sufrir batallas que no son mías. De alguna forma esa persona realmente entra en nuestra vidas para nunca salirse y se convierte parte de quién eres y de cómo actuarás de ahí en adelante. Esta canción me hace sentir una felicidad muy agridulce, la letra no es nada reconfortante y realmente a los lugares a los que me remota son sitios a los que no me gusta volver en mis pensamientos. De alguna forma resalta mi concepto del amor, de esa unión entre dos personas, de esa decepción que de igual manera se da en el momento en que nos separamos de alguien más y no actúan acorde a lo que se dijo antes de decir adiós. No puedo ni sé que más decir de esta canción porque es otra de esas en las que la letra lo dice todo, cuenta la historia y hace entender lo que siento.

"....you gave me nothing and now it's all I got."






En ningún momento lo he dejado de amar, no lo hice cuando me hirió no lo hice cuando con cada acción abrió un poco más la herida y mucho menos lo dejé de hacer cuando pensé que lo odiaba, cuando pensé que no valía la pena el pasado o cuando me arrepentí inútilmente de haber vívido y abierto tanto mi corazón a una persona. Nunca. 

De la misma forma nunca he dejado de pensar en ese mundo en el que ambos ya no existimos, del que nos mudamos en diferentes direcciones y ya somos dos personas totalmente desconocidas. Por encima de eso me gusta recordar todo lo que vívido, de manera alegre recuerdo muchos momentos y es inevitable convencerme a mi mismo de que fueron mis días más felices, que fueron días que sí valieron la pena para ambos, ambos crecimos y nos conocimos de formas muy profundas a medida que lo hacíamos. Me hace pensar de nuevo en el concepto que tengo ahora un alma gemela... y sin duda lo fue. No diré nunca que me retuvo de hacer lo que no hice porque de no haber hecho lo que no hice no estaría haciendo lo que hago ahora, nunca diré que lo odio porque en realidad mi cuerpo lo ama, mis pensamientos lo aman, todo lo que soy lo ama y eso no se transforma, no se va ni se olvida, ojalá pronto simplemente sea una parte de mi, una que ya no duela como recuerdo pero que perdure como felicidad. 

No cabe duda decir que le deseo lo mejor. Felicidad, éxito, amor, todo lo que pueda tener, todo lo bueno, nada de lo malo, pasos correctos y un camino que se cruce de vez en cuando con el mío para asegurarme de verlo sonreír. 










Parte 6.3: We grew under a Bad Sun.

Después de un tiempo de no escribir debido a una clara falta de inspiración y de motivos para hacerlo entonces ahora vengo a escribir la parte de las canciones que de cierta forma 'pesan' un poco en el momento de recordarlas, escucharlas y de manera inevitable sentirlas muy adentro. 



Recuerdo mucho esta canción no tanto como una dedicatoria, sino mas como de esas canciones que al igual que 'Your Song' eran una reserva, no por la calidad de la canción, ni por lo que dice ni nada de eso, sino por lo que en realidad significa o significaba esta canción. Esta es una de las canciones que marcan mi etapa de adolescencia y que cantaba literalmente ebrio mientras le hablaba a las flores, no no es un chiste. Esta canción junto con algunas más eran de esas que yo decía que algún día le dedicaría a la persona que considerara ese amor perfecto en mi vida y de manera irónica fue una canción que se dedicó sola. Es decir, no dije 'te dedico esta canción', no. La canción en un simplemente sonó en un momento clave, cuando las inseguridades, los miedos, las dudas y demás factores que pueden debilitar una relación eran la principal causa del miedo a perderle. De manera muy irónica sonó y en ese momento, con una sonrisa mutua que nos regalamos supe que no era momento de decir adiós y que valía la pena luchar, porque nadie más habría podido verme con esa mirada y al sonar esa canción hacerme sentir que debía dejar de cantarle a las flores y a la nada, que ya tenía otro motivo para cantar y palabras que no debía arrojar al vacío. 




Imaginen una mañana fría, de esas en las que te levantas a las 4:21am y sólo quieres apagar el despertador y volverte a hacer bolita en tu cama evitando así el frío de la madrugada y las responsabilidades de un día larguísimo. Bueno, esta canción evitaba esa pereza y ese letargo tan absurdo de tener que pararse y era esa motivación diaria a comenzar el día de una manera alegre y feliz. Era esa canción que sonaba mientras entreabría los ojos y solo pensaba en cómo describirle el cielo que había en mi ventana o en como explicarle de una manera textual como me hacia falta en ese frío abrazador. Esta canción es felicidad, mensajes descriptivos de cielos de la mañana y de un cigarrillo que me acompañaba esperando al encuentro con él. 




Aparte de hacer parte de la banda sonora de una de mis películas favoritas, V for Vendetta, esta canción es otra de esas que primero me hace pensar en la esperanza que uno vierte en una persona, en ese amor basado en promesas, en palabras, en cosas que en algún momento consideras que son inquebrantables. Son planes armados, una visión del futuro que compartir con una persona resulta difícil pero que de cierta forma no te imaginas viviendo con nadie más. Esta canción también, al igual que 'No one', es de esas que en momentos críticos logra en esas disputas una calma que no es imaginable, es de esas canciones con las que ambos en silencio recordamos lo fácil que es amarnos y lo fácil también de tener una discusión insignificante que se puede solucionar con una mirada a los ojos. Hay discusiones que se solucionan de esta forma, con esa sencillez, hay otras que ni tienen sentido y no valen nada. Hay dolores que por otro lado requieren más trabajo y disposición, lastima que se le haya olvidado que hay razones para luchar y dejar de hacerlo; y así mismo hay razones para NUNCA dejar de pelear. 





¿Qué puedo decir de esta canción? Un increíble cover de una canción que originalmente no me gusta. Julia Stone por otro lado le da un tono casi filoso a esta canción que hace que todos los nervios del cuerpo se estremezcan ante la letra, el tono en que canta y cómo lo canta. Decirle a una persona 'eres a quién quiero' no es nada fácil, esta canción de cierta forma me hace pensar en cómo le decimos a esa persona que haga parte de nuestra vida, entre y se acomode a lo que uno es, a cómo uno es y lo que uno puede ofrecerle a esa persona, de igual manera me hace recordar en la fe que le suministramos a esos ojos de los que nos enamoramos, la confianza que le damos a una persona para ser todo lo que queremos, la confianza que les damos y el poder que les regalamos para hacer de nosotros lo que quieras, lo que sea que puedan hacer creemos que será perfecto, y lo es, oh si que lo es, todo es perfecto, todo se justifica, el dolor, el amor, la felicidad y la agonía, todo. 





"Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren."

No sé ni qué decir de esta canción, la canción de por sí habla sola y demuestra en su letra un sentimiento más allá del amor, es una canción que define el amor en su máxima expresión. Habla tanto de arrepentimientos, como de miedo, de inseguridad, de un amor completo y abstracto en mi opinión. No hay mucho que decir en realidad. Af. 

"Lo que yo quiero, muchacho de ojos tristes, es que mueras por mi."




Esta no es una canción que le pueda atribuir a una relación en específico, no es esta una canción que haya dedicado directamente y no me recuerda a nadie específicamente más allá de una persona que me hace pensar es en una relación de amistad inquebrantable que en una relación amorosa. Esta canción la incluyo acá más por la película que por la canción, de cierta forma esta canción nos recuerda yo creo que a todos, la forma en que una persona llega a nuestras vidas y la transforma totalmente, le da muchas vueltas y nos hace pensar en nosotros mismos como personas invencibles y sin ningún tipo de limitación. Es decir, el amor no ciega a todos de una forma increíble, nos hace ver cosas donde no las hay y de cierta forma nos hace creer que podemos con todo, no hay nada mejor que eso. Ver a esa persona a los ojos y jurarte a ti mismo pelear por ella, ver a esa persona en problemas y hacer más allá de lo imposible por dibujarles una sonrisa que vale la pena cualquier cosa. Inclusive cuando estas personas niegan nuestra ayuda, cuando estas personas se van, inclusive en ese momento uno jura subir cualquier montaña, pasar cualquier río, hacer lo que sea para estar al lado de esa persona por la que sabemos que vale la pena luchar sin importar lo que pase. Esta canción es amor, de muchas formas para mi significa amor, significa consistencia, insistencia, no negarse el sentimiento de vivir el amor por verlo difícil y complejo. Esta canción me dice que el amor es algo por lo que no debes dejar de luchar, si y solo si, cuando sientes que es o fue verdadero, cuando decides no botarlo a la basura. El amor es un sentimientos suicida, pero necesario.






Lo mejor para el final. 

Esta canción la conocí hace muchos años, yo diría que en el momento de su lanzamiento y nunca fue una canción que me gustara mucho, es decir, comparada con otras canciones de The Bravery como 'This is not the end' ó 'Honest Mistake' era una canción que consideraba que era muy mala. Inclusive en el concierto en el que estuve de la banda no me produjo gran sorpresa que no la tocaran porque no era de lo mejor de su repertorio. Solo fue hasta hace 'poco' que la canción consiguió darle tanto significado a tantas miradas, a tantos sentimientos y a eso que ahora produce con solo escuchar su intro. Resalto que en este momento es de mis canciones favoritas y de las que no puedo escuchar sin estar en total tranquilidad para disfrutar cada letra. 

Si hay algo particular en una relación es ese apego tan obvio que se da entre las dos personas. De un momento a otro tu comienzas a conocer a esa persona y a conectar tus puntos con los de esa otra, comienzas a ver en esa persona complementos para tus vacíos, defectos para tus perfectos. Comienzas entonces a ir indagando acerca de la vida del otro, de donde viene, qué es eso que ha vivido y que es eso que quiere llegar a ser. De cierta manera ambos lados tuvieron una conexión en cuanto a eso que los unía, ¿qué era?  un pasado que ninguno fácilmente acepta, unas historias que no se compartían con cualquiera, relatos y vivencias que no ambos estaban cómodos comentando con cualquier otra persona. Esta canción representa la conexión de dos opuestos digamos 'rotos' de dos personas que mutuamente se arreglaron juntas, crecieron juntas de cierta forma, cada uno en su respectiva etapa. Esta canción representa para mi la confianza creada a tal punto de compartir miedos, de compartir el pasado que de cierta forma no es fácil explicarle a nadie más, esta canción representa vacíos siendo llenados con sentimientos que sólo se pudieron encontrar en el otro, es decir, 'there's a hole in you and me that keep us together', cómo si eso de lo que no gustaran los demás fuera eso que nos unía; eso que no nos dejaba estar lejos el uno del otro. Esa necesidad de estar juntos iba más allá de lo bueno de una conversación o lo bonito de una tarde juntos, eso que nos hacia diferentes era eso por lo que dejarlo ir, física y hasta 'imaginariamente' era simplemente impensable, perder esa mitad de ti mismo siempre fue un miedo mutuo, viviamos aterrados.

Y ahora, "...like winter we are cruel".