¿Alguna vez se han puesto a pensar en como tus actos pueden significar o no algo para los demás? Es decir, constantemente estamos haciendo cosas que puede o no que esperemos los demás tengan en cuenta. Más de una vez hacemos una acción involuntaria con el fin de que alguien más nos note, nos de relevancia así sea la más mínima. ¿No es esto un poco patético? Debería bastarnos con estar satisfechos con nosotros mismos, con lo que hacemos o no en cuanto a nosotros y no lo que hacemos para satisfacer a los demás. Supongo que es parte del contrato se firma al nacer, del contrato de ser humano. Todos lamentablemente venimos con una dosis obligatoria de sentimientos, de bondad o de maldad. Venimos previamente cargados con amor y cariño hacía los demás, con una necesidad innegable de hacer por los demás cosas para nosotros sentirnos bien y hacerle bien a alguien más. Que pavada, pero así es.
¿Nunca se han detenido a examinar su vida y ver que tanto hacen por los demás y que hacen por ustedes mismos? Todos los días buscamos complacer a alguien; a un jefe, a un maestro, algún familiar, etc. Pero qué de lo que hacemos diariamente lo hacemos para complacernos únicamente a nosotros. Piénsenlo bien, a veces ni siquiera escuchando música estamos complaciendonos egoístamente. A veces una canción le pertenece a alguien más en tus pensamientos, a veces una sonrisa es solo producto de algo que alguien más evoca en ti, pero no es algo que te pertenezca, es algo prestado, algo efímero y ajeno a ti. Cuando salimos a la calle por lo general siempre tenemos un destino, siempre salimos con el fin de dirigirnos hacía algún lugar específico o hacía alguien especial, pero ¿cuantas de esas veces salimos para estar solos? ¿cuantas de esas veces salimos para que el único destino sea estar en paz y en completa serenidad con la infinita compañía del viento y el cielo?¿cuantas veces dejamos atrás todo? Nunca. Nunca lo hacemos. Pueden haber unos cuantos por ahí que lo hacen, que están más que satisfechos con su propia compañía pero a nadie voy a engañar si digo que en mi caso esto es así. En muchos casos no es así y por eso me gusta hablar de ello, porque es algo que nos hace falta, porque el ser humano se acostumbró a 'ser' solo cuando alguien más 'es', y esto no debería ser así. Ser humano implica muchas cosas, implica sentimientos, implica dar nuestra vida a algo, a alguien o en busca de alguna cosa, eso es vivir para muchos.
La vida también debería constar en los momentos de soledad, esos donde solo tu sabes quien eres, sabes lo que sientes y crees saber lo que necesitas para no sentir que la vida te ha dejado únicamente un corazón roto y un alma potencialmente destrozada por lo que los demás quisieron hacer con ella y no por lo que tu quisiste hacer. Por lo que tu creíste que era el mundo cuando el mundo nunca supo quien eras tu, porque el mundo no te dejó vivir, no te dejó crecer como se supone lo debes hacer, solo te dio una rutina diaria, unos valores inculcados a regañadientes y una extraña necesidad por algo o alguien que hiciera de tu vida una vida en realidad. ¿Y que si eso no es lo que necesitas? Si lo que necesitas no es una meta si no simplemente un buen camino entonces, ¿por qué parte del camino vas?, si no hay destino se puede sentir insignificante la vida pero si el destino no logra ser lo suficiente para estar agradecido entonces, ¿porqué no más bien seguir caminando?, puede que te llegues a algún lado y puede que no, pero si llegas solo y tu vida vale más que cualquier otra cosa entonces has logrado sobrevivir sin haber tenido que vivir como te tocaba vivir. Habrán altos en el camino, habrán momentos cúspide y otros en el más caliente de los avernos, pero siempre te tendrás a ti y eso sobrevive todo, si tu logras creer que es así. Si no, estarás 'de boca en boca y de bar en bar' tratando de encontrar tu destino, obviamente errado, en la garganta alcoholizada de alguien más que desconoce su valor unitario.
Serás afortunado si encuentras alguien más, obviamente alguien que sepa lo que es vivir y que se respete lo suficiente para respetar como se debe a alguien más. Es decir, si en tu viaje encuentras que una persona conoce lo que vale, sabe lo que tiene, tiene un destino pero estás lejos de estar en el cómo lo más importante en el, entonces esa persona es para ti. Tampoco podemos vivir solos todo el tiempo, no vamos a engañar a nadie, todos necesitamos alguna especie de amor. Ya sea amor familiar, una pareja o alguna mascota. Todos necesitamos enfocar ciertos sentimientos en alguien más, sin olvidar, claro está, que seguimos siendo una persona, un individuo, y que como tal moriremos y viviremos.
El viaje en soledad puede ser muy largo, pero no deja de ser un viaje con hermosas vistas y con paisajes que te dejen sin aliento. El viaje en compañía, si es la correcta, no puede ser más perfecto. No puedes desear nada más si encuentras todo lo que buscas sin andar buscando demasiado, simplemente mirando dentro de ti y tal vez, si tienes suerte, en alguien más que sepa también todo lo que significa realmente vivir.
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