miércoles, 24 de agosto de 2011
"Con los pies en la tierra y las alas en la cabeza"
sábado, 21 de mayo de 2011
Primero tu, después los segundos.
Eran las 7 de la noche, habíamos dormido toda la tarde y me encontré con tus ojos examinando mi alma al momento exacto en que abrí los míos. Siempre me pregunté que veían tus ojos dentro de lo míos, estos ojos cafés que no tienen nada del otro mundo, rasgados y pequeños debido a lo poco que necesitan ver teniéndote en frente. Poco es lo que necesita abarcar mi mirada si en ella cabe lo profundo de la tuya, de la tuya y la mía siendo una sola, eterna y especial como pocas lo son. Sincera y transparente de cualquier forma posible. Tomo tus manos y las acaricio cómo si el mundo se fuera a acabar, cómo si este momento fuera el ultimo que alguna vez fuera a vivir, como lo único que quisiera vivir de saber que la vida se terminará al apartar tu cuerpo del mío, tu corazón de mi corazón, nuestros cuerpos unificados para siempre a través de un lazo invisible que solo tu mano y la mía conocen. Recorro tu cuerpo con mis labios, tratando así de grabar en mi cabeza cada defecto, cada característica específica que te hace ser quien eres, que te hace ser esa persona por la cual entregaría hasta la última de mis palabras con tal de tener el último de tus suspiros.
Recorriendo tu cuerpo me encuentro con eso que busqué toda mi vida, las lagrimas son inevitables, la felicidad también lo es, no puedo evitar derramarlas sobre tu ombligo, depositando allí el pasado que siempre quise enterrar en algún lugar y que finalmente deposite en tu cuerpo, en tus caricias y en tu forma de hacerme sentir que hoy, aquí y ahora, nací nuevamente para ser feliz, nací nuevamente para estar a tu lado y mudarme al interior de tu cuerpo donde la fortaleza de quererte es más fuerte que cualquier blindaje comercial. Tu cuerpo, tan fuerte y tan débil a la vez, es una intriga total a mis sentidos, mis palabras se adhieren a tus poros y hacen de tu cuerpo un poema inmortal, hacen de nuestra forma de tocarnos una antología de sentimientos y canciones que no se han escrito aun, hacen que esta fusión de caricias sea algo más que una noche bajo las sabanas, hace que este sea un mundo paralelo donde vivir sin ti no es una opción, donde vivir por ti es lo que respiro, lo que como, lo que le da vida a este cuerpo flotante que se encontró contigo divagando en cielos turbulentos del pasado, en tormentas de miedos y debilidades que solo se apaciguaron al encuentro con tu mirada.
Sin darme cuenta había pasado ya un minuto, tan solo un minuto, eran las 7:01 de la noche y la eternidad aun asi parecía imposible, un minuto pasó como un milenio pero de igual manera, no era suficiente, te quiero para siempre, te quiero en la eternidad de los besos que solo tu sabes dar, te quiero en la eternidad que solo tus palabras bajo mi oídos saben explicar. Te quiero de formas que nadie entendería porque nadie entiende algo que no se pueda argumentar, no puedo decir porque te quiero si quererte no es algo que algún poeta haya dicho en alguno de sus veros, quererte no está en el acorde de ninguna canción ni en sonetos de Neruda, quererte a ti no es un amor que este planeta conozca y por eso te pido, te ruego y me arrodillo ante tus pies para que me dejes caer contigo en algún otro planeta, en un mundo alejado de ese mundo que ya nos hizo daño, de ese ayer que no cabe en este hoy ni en el futuro mañana. Te pido que dejes tu equipaje a un lado, que dejes tus miedos junto con los míos en la torre más alta donde ningún príncipe pueda rescatarlos, donde ningún explorador se atreva a ir, donde simplemente se extingan con tus lagrimas de desamor y tu pavor a no saber volar. A no querer saltar al vacio y sentir que así no tengas alas, me tienes a mí y en el fondo, así ya sea tarde, encontraremos alas nuevas, espacios nuevos, ráfagas nuevas para seguir volando.
Me resulta fascinante ver como el tiempo se va entre tus huellas dactilares de una forma tan amenazante, se va como se van pocas cosas en la vida, lentamente. Se va como si no quisiera irse, como si cada segundo le doliera al mismo Chronos, cómo si cada instante fuera un puñal que deja una marca en la historia, en nuestra historia. El tiempo no se recupera pero los recuerdos lo son todo para aquel que vive enamorado de la historia de dos que hace que el mundo en sí no tenga una historia en absoluto. Voy bajando por tu cuerpo intentando abarcar cada espacio en el, cada grieta del pasado la beso y la sano conforme voy descubriendo las llagas en tu piel, voy sanando heridas que hasta tu desconocías, voy rehabilitando tu cuerpo con mi manos, mis labios y mi aliento, esperando así que tu cuerpo reivindicado con la vida se una al mío que en tus brazos encontró esa salvación que tu sin darte cuenta proveías con tus ojos.
Por un momento vuelvo a mirar el reloj y son las 7:05pm, soy un idiota. Cada momento contigo es un momento eterno, yo pierdo el tiempo mirando la hora, no es justo con tus ojos. No es justo con tu piel que yo malgaste caricias solo pensando en el tiempo que llevamos juntos más no en el tiempo, en el instante, en el momento que estoy contigo, que es este y lo viviré como si las 7:06pm no fuera a existir, cómo si a las 7:08pm se acabará el mundo. No hay minutero que marque la hora para quienes no dependen del tiempo para demostrarse que se quieren, no hay horas, días, segundos suficientes en un calendario para aquellos que saben que lo más eterno del mundo no está en un reloj dañado, está en una mirada fija en otra, en unas manos envueltas en otras dándole a la vida una nueva forma de ver el tiempo, de caminar en los segundos, de flotar en minutos que ya no son nada porque después de tocar el corazón de alguien más, no hay tiempo, no hay espacio, no hay nada. Solo una vacuidad que logran llenar tus besos, tus caricias, esas palabras que se resbalan por mi cuerpo dándole el éxtasis que nunca imaginó. Solo existen gritos ahogados con otros gritos, historias de amor en cada exhalación de aire, momentos que se vuelven eternos debido a esos besos que solo terminan cuando el tiempo empieza a correr de nuevo, ósea nunca.
viernes, 22 de abril de 2011
4:21
Les voy a contar cómo olvidé mi pasado. Brevemente les diré de qué manera fue que olvidé mi vida en La Tierra y me instalé donde nunca pensé poder vivir una vida tan cómoda. Todo fue un giro afortunado que dio mi vida, todo lo monocromático se fue diluyendo y pintando de nuevo. Todo lo muerto fue renaciendo de cenizas que el viento nunca se llevó, todo lo que creía inútil se tornó en esto que ahora a pesar de solo tener una función, lo es todo. El destino no es algo en lo que crea, no es algo tangible por lo cual para mi no era algo creíble tampoco. El destino es para soñadores, poetas, amores eternos y profetas desocupados. Por lo menos eso pensaba hasta que el mismo destino me encontró a mi y me hizo creer ciegamente en que dos caminos están previamente nombrados por una fuerza mayor, una fuerza desconocida a la que hoy le debo más de una sonrisa, más de un suspiro y más de una palabra transcrita en beso. Todo pasó muy rápido, todo fue sin darme cuenta, los sentimientos enjaulados encontraron la forma de escapar y todos se fueron corriendo al encuentro con tus manos, se posaron en tus ojos, los inhalaste de mis suspiros y se adueñaron de todo eso que ya daba por perdido.
De un momento a otro el mundo se hizo poco, se hizo insuficiente para comenzar a explicarte con metáforas lo extenso y lo fuerte que resulta quererte. No sé qué es lo que encontró m mano en la tuya, no sé porqué mis ojos no dejan de mirarte, desconozco mis palabras pero sé que son por t, no comprendo ni recuerdo mi pasado porque ya solo miro dentro de tus ojos, ahí veo mi futuro y ahí es donde instalo mi cuerpo. Instalé mi vida ahí donde la encuentro toda, ahí donde tiene sentido morir si es el caso, ahí es donde se refleja el resplandor de La Luna, esa luna que compartimos más de una vez, esa luna que me recuerda que lo que siento no tiene pies en La Tierra, que lo que siento va más allá de promesas insulsas, más allá de retos impuestos por ese amor promedio que crean los libros. Todo va más allá y todo lo encuentro en tu mirada y en el reflejo de mis ojos ilusionados con un futuro que solo lo visualizo contigo de la mano. De un futuro incierto que nadie puede asegurar, un futuro al que honestamente le tengo miedo. A pesar de haber enterrado mis mayores temores lo único que en verdad me descompone es la idea de perder ese mundo que construí en ese espacio pequeño que hay cuando dejo de besarte, ese espacio diminuto entre tus ojos y los míos. Ese campito de aire que separa tu pecho del mío, esa carne y esos huesos que impiden que tu corazón y el mío se abracen directamente. El miedo de perderte no se compara con la alegría de tenerte, de sentir ese ‘para siempre’ que encontré en tus ojos la primera vez que mire en lo profundo de ese océano de miel oscuro. La primera vez que sentí que la distancia dolería, la primera vez que noté que algunas de mis piezas rotas encajaban con unas de las tuyas, que el azul del cielo se veía mejor en lo oscuro de sus ojos. Que la vida daba un vuelco que no esperaba y que sigue sorprendiéndome de manera que nunca pensé.
Explicarlo resulta inútil porque no hay mucho que decir, las palabras son poco cuando las miradas hablan por sí solas, cuando las manos tienen entre si toda una historia que contar, toda una antología de momentos irrepetibles, inolvidables y todos y cada uno de ellos cargados con ese sentimiento tan ajeno a mí, tan intruso pero tan benéfico, como insalubre de formas completamente placenteras. La forma de decirle lo que siento no es como imaginaba decírsela a ese ser al que llegaría a querer tanto, no pensaba llegar a darle vida a tantas cosas en el mundo que deben permanecer muertas, no pensaba darle vida a nada, el pasado vivido solo mató el presente y el futuro que creía tener, el pasado solo dejaba dudad y miedos que poco a poco, en suspiros, se fueron disipando y con el tiempo ya no había pared alguna, ya no había miedo, ya no había nada que no me gustara, solo su ausencia. Solo ese momento en el que se le dice adiós a eso que te complemente, el momento de soltar su mano y con ella dejar un pedazo de ti cada vez. La ausencia puede doler, pero no tanto como duele la idea de que el ‘para siempre’ sea el ‘sin ti’ y el ‘nunca’ sea ‘contigo’.
Estar lejos es eso que me desvela en la noche, estar lejos es no saber el porqué del vacío que se hace en mis labios, en mis palabras, en cada paso que doy sin sentir que lo estoy dando para acércamele, estar lejos es sentir que mis ojos no logran ver las cicatrices en el cuerpo que te recuerda un pasado al que le tienes miedo, estar lejos es no escuchar esos silencios que tanto ruido hacen cuando te extraño, estar lejos es tan nocivo como perderte en un futuro que no logro divisar. La distancia la resumo en versos, en canciones que al reencontrarnos cantaré a tu oído, canciones que en las noches acompañan la sinfonía de sentimientos que emergen de mi cuerpo y solo logro desahogar en palabras, en gritos callados, en lagrimas pequeñas que a pesar de no ser muchas, son todo. Porque mis ojos no son solo los que te miran, son también los que te extrañan, los que te anhelan más que otra parte de mi cuerpo. Más que mi mano que nunca te quiere dejar ir, más que mi pelo que quiere ser peinado por tus huellas dactilares, más que mi pecho que quiere ser recorrido por tus labios, por tus suspiros calientes que rellenan ese corazón que daba por muerto. Ese corazón inhabitado y ahora monopolizado por tus palabras, por tu mirada y por ese miedo inevitable al futuro que nos atormenta tan ridículamente.
Cada noche, por no decir todo el día, tengo un nuevo sueño, es decir, ya no hay pesadillas, todo se fue en algún momento y me pregunto ¿cómo es que lo logré?, ¿cómo mis miedos nocturnos se transformaron solo en visualizar su cara? ¿Cómo dejó la noche de atormentarme a tal punto de querer vivirlas todas contigo? ¿Cómo la lluvia dejó de ser problema y pasó a ser el escenario perfecto para vivir contigo? No entiendo, no entiendo en qué momento pasó, no entiendo qué hice o qué hiciste para llegar, para quedarte y para nunca ser olvidado. No sé que hizo el tiempo con el pasado pero se lo llevó, lo olvidé, se fue y no volverá porque el pasado no fue nada, solo serán recuerdos, películas de esas que ve la gente para llorar, películas de esas que a pocos les gustan porque a pocos les gusta vivir, así sea en vida ajena, un sentimiento tan cruel e injusto. Un pasado que logré enterrar, que tus manos ayudaron a sepultar en lo más profundo del olvido, ese pasado al que mis ojos se cerraron para poder abrirlos a este presente, este presente nuestro donde el único dolor que se siente es el de dejar tu mano fría en las noches, dejar tu pecho desprotegido cuando sientes que algo falta, dejar tus orejas vacías cuando le hacen falta que mi voz te diga en un susurro que ahí estoy a tu lado y que ahí seguiré el tiempo necesario. Ese tiempo que quiere dejar de ser tiempo para dejar de pasar, para congelar esa tarde perfecta, esa noche bajo nubes, estrellas y una Luna que no cualquiera puede regalar, una Luna reflejada en el agua que bañará todos esos errores del pasado, agua que se llevará con la más basta de las corrientes los más impetuosos y desgarradores sentimientos protagonistas del pasado. Ese pasado que ya ni es pasado, ya no es tiempo, ya no es recuerdo, ya no es nada, ya todo es futuro y todo lo encuentro en ese cielo que no canso de mirar, en esa silueta que cubre la Luna para encontrarme ahora con tu pecho, en esa silueta que representa el eclipse que le hago al dolor, la espalda que le doy a la vida que no me marcó de ninguna buena manera, a la patada que le doy a lo de antes y a las patadas que te doy a ti ahora.
domingo, 20 de marzo de 2011
Insomnio idílico.
martes, 8 de marzo de 2011
Bendita, Bestia, Benévola.
viernes, 11 de febrero de 2011
Máscara Original.
No sé por donde comenzar ya que no estoy seguro de que mi historia tengo un comienzo específico. Creo que me perdí del comienzo porque a donde mire solo me encuentro en el nudo de mi historia, batallando peleas con las que nunca pensé en encontrarme. Peleando por motivos que creí nunca serían dignos de levantar mi voz y gritarle al mundo que no ha sido suficiente el dolor que me ha caído en los hombros, para decirle a quien sea que me esté mirando desde arriba que lo logré, que seguiré adelante y que mis caminos aun no han sido bloqueados, por lo menos no con éxito.
Cómo el soñador e iluso bufón, estoy todo el tiempo merodeando entre mentes ajenas, examinando ojos ajenos a los míos y sacando conclusiones de palabras que nunca me corresponden a mi decir, solo examinar, observar, escuchar y tragarme toda opinión al respecto. No suelo hablar de mis sueños porque no son muy lógicos, sé que no tengo el valor para conquistar más de uno, miedo me sobra. Tengo más de un sueño, ¿quien no?, tengo más de una ilusión en la cual diariamente deposito cada fibra creyente en mi, no son muchas. Suelo dejar caer mis pasiones por el camino en el que voy. Caen, ruedan y se quedan estéticas en algún punto en el cual yo no me percaté y simplemente una parte de mi apasionado corazón se fue con el viento, se lo tragó la tierra y lo habrán devorado carroñeros de esos que abundan mientras caminas. No pienso mirar atrás porque lo único que encontraré son huesos roídos y sueños mohosos en los cuales no puedo creer por más que quiera. Hay cosas que es mejor dejárselas al viento, a merced de la naturaleza, a merced de lluvias torrenciales que con suerte laven y purifiquen ese pecado cancerígeno que consumió cada uno de mis deseos de antaño. No miro atrás porque simplemente no me permito otra visión que no sea la que tengo en frente, desconocida e intrigante, pero prefiero decaer ante lo que no conozco que hacerlo una vez más por motivos en los que ya tengo un doctorado y un historial interminable de experiencias y lecciones que tal vez no supe aplicar y que ahora solo hacen un bulto tan gigante que solo pueden empujarme hacía ese frente desconocido en el que deposito la confianza que puede que ni tenga. Camino hacía adelante esperando encontrarme en el camino. O ¿Porque no? Encontrarte a ti desconocido. No sé, el pasado me está empujando, mis pasos me siguen como ladrón en la noche, lo único que hago es correr de ellos porque no dejaré que me roben lo poco que tengo, sea lo que sea.
Mirando a los ojos de los demás es cuando me pregunto cuanto dolor guardan sus miradas. Suelo hacerlo todo el tiempo, examino unos ojos esperando encontrar un resumen meticuloso de la vida de a quien estoy mirando, a veces siento que lo logro, otras veces obtengo más de lo que busco o simplemente me encuentro con un par de ojos inexpresivos que me dicen a gritos que debo alejarme, que no force las miradas, que no continúe la búsqueda a menos de que quiera encontrar dolor y pasiones que no llegaré a manejar. Todo tiene sentido cuando son mis ojos los que veo, esos que dicen que estoy cansado pero que en un tono más alto me recuerdan que estoy trazando las lineas correctas, que estoy peleando las batallas que son y dejando de lado todo aquello que quiera oxidar eso que yo mantengo brillante e impecable con cada uno de mis pasos. Nada más sublime que el momento en el que te das cuenta de que no te das por vencido y que en vez de cambiar drasticamente tu forma de actuar simplemente mantienes eso que te hace único y sigues caminando esperando que alguien en el camino logre tolerar todo el brillo que irradia cada una de tus palabras, de las melodías que cantan cada uno de tus pensamientos y los pasos que sin ser gigante ni fuerte te hacen avanzar con una imagen hercúlea que tal vez solo tu logras reconocer. No importa lo que hagas, como lo hagas o por quien o que lo hagas, hazlo y ya.
A veces por encontrarnos con alguien más llegamos a tomar rutas equivocadas, cogemos atajos que no debemos y saltamos obstáculos que tal vez no debimos saltar sino hasta un momento determinado. Saltamos y saltamos obstáculos que tal vez merecían de más atención, merecían que nos detuviéramos a observarlos, palparlos y entenderlos de forma que al momento de realizar el gran salto supiéramos la forma exacta de hacerlo, el por qué de hacerlo, la esencia en el movimiento que hicimos con respecto al obstáculo enfrentado. La técnica y el porque de las cosas siempre nos darán una enseñanza, no podemos ir por la vida saltando obstáculos que tal vez no debemos ni siquiera encontrar en el camino, simplemente los debemos ignorar porque posiblemente no eres tu al que le corresponde dar ese salto ni superar cierta problemática que no es la tuya. Ahí es donde nos equivocamos, ahí es donde tanto el más bufón cómo el mas sabio se pierde. Todo reto lo vemos personal, todo problema lo queremos solucionar y cualquier mundo distinto lo queremos transformar en nuestro propio. No debemos encasillarnos en salir adelante cuando 'adelante' signifique acompañado. Adelante vas solo, atrás siempre estás acompañado y al lado siempre tienes en quien o en que confiar, casi siempre es un 'que' y no un 'quien', pero funciona.
No debemos preocuparnos por el comienzo de las cosas, donde comienzan siempre suelen terminar entonces el comienzo lo conocerás cuando todo camino termine, por ahora lo único que se debe hacer es seguir adelante porque atrás solo encuentras los miedos que no te dejan seguir y que te detienes a mirar horrorizado mientras estos mismos apuñalan tu espalda, te amordazan y atan piernas y pies. A veces en la vida se es bufón, te sientes payaso pero te crees Rey. Otras veces eres un soñador, eres un Romeo y te sientes cómo un Sancho. A veces eres tierra profunda a veces solo vas por el aire mientras quemas con tu fuego el agua que siempre quiere apagar tus sueños. A veces no eres nada y ahí es cuando se tiene más miedo, solo eres miedo. A veces sientes mucho y temes de la misma forma porque no hay peor forma de sentir que cuando sientes que cada poro de tu cuerpo está emanando un sentimiento diferente. Todo lo diferente te atrae así como te repele de formas que desconoces, te atrae un sentimiento engatusador que sabes que debes evitar, te repele la sencillez de lo que tienes en frente pero al mismo tiempo te hala de forma tal que estás atado sin saberlo al deseo de conocer el significado específico de alguna cosa sabiendo perfectamente que la verdad es tan relativa, como efímera y mentirosa aun siendo verdad. Ser vulnerable nunca ha sido un problema, ser vulnerable a un miedo es ser vulnerable a quien eres, si no sabes quien eres entonces debes tener más miedo aún, si estás buscando resolver ese interrogante entonces debes conocer tanto lo que conoces a ciencia cierta sobre quien eres y lo que desconoces que a donde supuestamente no estamos dirigiendo. Los miedos siempre serán una buena base para conocer quienes somos, lo valiente que eres lo definen tus miedos, no las acciones que realices en pro de simplemente 'ser valiente'. Nada como tener un miedo al cual enfrentarse, creo que eso le da sentido a las cosas que hacemos, vivir sin miedo no tiene sentido a veces, vivir sin miedo debe ser increíblemente fácil y todos sabemos así no lo aceptemos que una vida fácil no es la que queremos, no del todo. Hay que tenerlo todo para saber que es perderlo todo. Hay que vivir aterrado por más miedo que nos de. Hay que darle el frente a unas cosas así nos den la espalda. Nunca conocerás el mundo ni sus realidades si nunca lo miras a la cara.
De sueños nos bañamos diariamente, de ilusiones nos alimentamos y por carroña nos acabamos. Hay que saber ser alimento, alimentar a buenas bocas y dejar morir todo lo que deba morir sin piedad alguna. No toda la vida se tiene comida para las bocas que no saben degustar y saborear la infinidad en tus palabras. Seas bufón, seas soñador, Rey, mártir, enamorado o ermitaño, todo lo que ves lo hacen tus ojos, la vista no cambia, el angulo de visión lo dan tus ojos, los colores los ves tu, la verdad la creas tu de manera que te empuje hacía cualquiera que sea tu destino. La verdad en tus ojos siempre está. La forma de ver simplemente cambia al momento de darle prioridad a sueños que no son los tuyos, nos solemos equivocar de esa forma, solemos dar pasos que no debemos dar, saltos a los que solo debiste darles impulso pero que nunca tuviste que realizar por alguien más o por perseguir un sueño que no es el tuyo o simplemente no hace parte de tu plan, de tu camino y es simplemente algo más que se nos cae de las manos, se mohosea y se lo comen buitres que sobrevuelan sobre cada pedazo de tu ser que por malo que sea vale oro. Eres una Mina si sabes cómo explotarte, eres un Mar si sabes controlar tus olas, eres Sol si sabes donde posar tus rayos. No eres nada si así lo quisiste. No eres bufón, no eres Rey, eres cada día una ruleta rusa del destino, pero está en ti saber como rodar en ella, eres el Siete de la suerte si sabes sumar correctamente, el Ying si sabes que el Yang no es cualquiera. Eres Leyenda si sabes destruir mitos. No eres quien fuiste porque quien fuiste solo quiso ahogar a quien quieres ser.
lunes, 31 de enero de 2011
Nunca diré Adiós.
"Las manos que dicen adiós son pájaros que van muriendo lentamente..."
Mario Quintana
"Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida."
Mario Benedetti
"Tú sueñas, ay, tú duermes, tú conoces el día; tú me dices adiós y adiós es 'nunca'."
Armando Uribe Arce
sábado, 22 de enero de 2011
Bienvenidos sean los ímpetus.
Cuando algo te golpea sin avisar siempre te preguntarás las intenciones del golpe, las consecuencias y el efecto que ese golpe tendrá en tu vida. A veces te duele, a veces te hace sonreír y cambia totalmente tu forma de pensar y de ver aspectos de la vida que en otra estancia ni querías volver a contemplar. A veces es bueno seguir tu intuición, seguir tus instintos y colgarte de los brazos de una ilusión que te puede estar sonriendo. Pero debes tener en cuenta que la vida también tiene su mascaras, tiene su doble y hasta triple cara. Así como un día te sonríe al otro día te está demostrando que tu desconfianza nunca fue mal infundada, que tu corazón si es un juguete, pero que no todas las personas juegan con el, algunos son coleccionistas de sentimientos, de miradas y palabras inspiradoras, algunos lo aprecian tanto que nunca lo usan, no lo maltratan ni le dan un uso indebido. Si lo dañan lo arreglan esforzándose al máximo. Eso hacen quienes aprecian un juguete tan común como el corazón de alguien más.
La otra cara de la vida es a la que te aferras con una venda en los ojos. Le crees a la vida cada palabra que te haga feliz, le crees al cielo estando despejado o totalmente nublado, tiene excusas para cada estado. Todo tiene una explicación y tu le ves la mejor cara. Todo tiene sentido y si no lo tiene se lo inventas o lo dejas como algo 'sin sentido' porque para ti es simplemente... algo. Esta cara nueva es una cara que honestamente hallas desconocida ante tus ojos, ante tu mente y ante quien creías ser. Te sientes ajeno al sentimiento pero a la vez lo quieres hacer tan tuyo como te sea posible, tan conocido como la persona desalmada que creías conocer. Este sentimiento no te permite ver más allá de las razones que tienes a tu mano para ser feliz, es un sentimiento que en realidad de aferras porque sabes que así es cómo se debe sentir SENTIR de verdad. Sabes que estás metiendo tu vida en un agujero desconocido pero que de agujero no tiene nada, es una salida si lo vez de otro modo. Te metes a fondo en algo que te hace feliz que de un momento a otro ya desconoces a la persona que solías ser, eres feliz siendo como eres pero de un modo u otro sabes que esta felicidad como muchas cosas en la vida, no se sostiene sola, no depende solo de ti por más fuerte que seas. Tu felicidad es un patrimonio entre ti mismo y el mundo que elegiste que fuera el apropiado para acompañarte en este compromiso que de un modo u otro nunca podremos adoptar solos, el compromiso de ser feliz y de vivir la vida. Es bastante complejo hacerlo, pero si lo logramos creo que es el mejor sentimiento que podremos tener en la vida.
Muchas veces nos dicen que nos arriesguemos, que demos en un momento todas nuestras miradas y palabras bonitas a esa persona que sentimos que las sabrá entender y valorar. Muchas veces se burlan de nosotros, nos dicen cobardes, con toda la razón del mundo. Otras veces nos lanzamos, nos arriesgamos como nunca lo habíamos hecho y ahí es el momento en el que sabemos que tanto valemos, que tanto aguantamos y que bajo es el precio que los demás ven en quien eres y lo que tienes para darle al mundo. En ese momento somos vulnerables a cualquier cantidad de nuevos sentimientos. Somos propensos a perderlo todo, todo lo que llegamos a recuperar en sentimientos se va por un barranco si en el momento en que te lanzaste lo hiciste con un paracaídas ajeno a ti pero en el que confiabas, lo hiciste con los ojos cerrados porque una caída con los ojos abiertos asusta más, lo hiciste sin preguntas, porque a veces ni siquiera se necesitan palabras para darle a entender al mundo que te estas jugando la vida en sentimientos. Que te lanzaste, el paracaídas no abrió, el viento no te ayudo, el suelo más duro no pudo estar, la sangre en un punto más caliente no herviría, todo tuvo su cúspide.. y tu con los ojos cerrados. Estando en el piso, en el estado que sea, ese es el momento más débil de tu existencia, ahí lo diste todo, ahí llegó todo. Y de alguna manera de las arreglas para quedarte ahí entumecido sin saber que hacer. Así durarás el tiempo que necesites, hasta que el suelo te levante, el aire te vuelva a tocar y sientas, una vez más, que vale la pena volver a intentar con el paracaídas.
Toda cosa que te golpee, con la intensidad que sea, de la manera que sea, con el cariño o furia en ella, todo es bienvenido, porque un golpe es un aviso, es una alarma o una bienvenida. Es un saludo o una despedida, pero un golpe es un golpe, no te niegues las caídas, no te niegues los rechazos, no te niegues el ser débil por cinco minutos, ni ser valiente por toda una vida, no te niegues a sentir ni a arriesgarte, lo que hagas hazlo con cautela, pero ten en cuenta que dejar de hacerlo sería un golpe a ti mismo y ya bastante tenemos con el mundo en nuestra espalda.
Bienvenido seas.
miércoles, 12 de enero de 2011
El impulso más difícil del día.
Es casi imposible hacer que la vida funcione de la forma en que lo deseamos, es decir, que persona en realidad cumple sus sueños? No el sueño de ser un magnate y tener mucho dinero si no el sueño real, el inocente, del que hacíamos burla cuando eramos pequeños, ese de ser astronauta, bombero, policía y hasta Superman. Creo que hoy en día nadie es lo que alguna vez quiso ser, ahora todos nos acoplamos a 'lo que mas de', 'lo que esté de moda', 'lo que me toque', 'pa' lo que me alcance'. El mundo no debería engranar de esta manera, pero al parecer es la única forma porque de todas formas aceptemoslo, se necesita tanto gente abajo como gente arriba. Suena horrible, pero es cierto, todo es cuestión de jerarquías y ya con el tiempo no se puede luchar. La sociedad nos ha impuesto tantas cosas con el paso de los años que ya ni sabemos como amotinar las injusticias, nos han impuesto valores predeterminados en la cabeza los cuales seguimos porque así creemos que se debe vivir.
Vivir diariamente para muchas personas es cuestión de valientes, es salir de una cama humeda, caminar con un desayuno mediocre en el estomago y molerse la espalda todo el día para poder llegar con una bolsa de pan y si tiene suerte algo de café. Porque además, los trabajos pesados no son bien remunerados, entre más se explote, menos pagan, supongo que es una cuestión de apariencia y de adiestramiento de masas poco beneficiadas. Si, adiestramiento, porque acá se trata a la gente así. Y así se levanta cada quien, todos los días con algo en la cabeza, pensando en alguna deuda y en como pagarla, pensando en clientes, en pedidos, en números y números. No mucha gente quiere molestarse por madrugar pero a ver el amanecer, madrugar a sentir el frío de la mañana que es como una buena orquesta, sabes que en algún momento, a pesar del silencio, se viene el estruendo del amanecer y todo lo que abarca este.
"Enjoying life should be of much greater concern than understanding it." No recuerdo de quien es la frase, creo que de Mahatma Gandhi. Pero en ella se resume lo que quiero decir. Tampoco es que vayamos por la vida viviendo y ya, de esta forma seremos arrastrados a conveniencia de alguien más. Vivir la vida significa saber de que consiste, cuales son las cosas buenas y las malas, saber reconocer que cosas buenas vienen disfrazadas y que cosas malas vienen maquilladas. Vivir la vida no debería preocuparnos, pero no debemos dejar pasar por alto que la vida es una sola y que si la desperdiciamos al antojo de alguien más entonces no la vivimos como debemos, si no como se nos dijo desde un principio, siguiendo un patrón que solo nos llevará a ser uno más, haciendo lo que hacen... los demás.
Puede que levantarse la mayoría de los días sea difícil, que la felicidad no sea vea cerca en ningún lado. Pero el mundo, el mundo por si solo, sin el efecto humano, es un mundo maravilloso de por si, eso debería ser una motivación, vivir en medio de la mejor obra de Dios, la naturaleza y lo que ella contiene. Si no eres un adicto a esto entonces sonríe por alguien más, por un pariente o alguien que ocupe tu mente y te haga pensar incoherencias, de esas bonitas que hacen que lata tu corazón más rápido. Piensa en la esperanza que depositas en ciertas cosas, en el deseo que sientes por algo. La vida está llena de motivaciones si no te fijas en resolver tus preocupaciones. Vivir es fácil, sobrevivir es lo difícil. Pero desde cuando las cosas buenas son fáciles?
lunes, 10 de enero de 2011
Cambios extraños.
Cambiar a veces ni siquiera es una decisión que nosotros mismos tomamos, los cambios a veces simplemente se dan por si solos y por eso es que al encontrarnos con esa nueva persona nos confundimos y comenzamos a interrogarnos acerca del momento en el que todo empezó a ser diferente, en el momento en el que algunas palabras comenzaron a perder significado y otras pasaron a convertirse en nuestra propia Biblia. Es difícil mirar al espejo y que de un día a otro el reflejo que vemos no sea el que alguna vez amamos y quisimos conservar. Un día cualquiera te encuentras con un extraño con los ojos vacíos en el espejo, mirándote y recordándote que lo que fuiste difícilmente volverá a ser y lo que serás no puede ser nada bueno si quien te lo dice es un reflejo que ves, que sabes que eres tu pero que simplemente desconoces y aceptas. Un reflejo que no conoces no es tu reflejo y nunca lo será hasta que encuentres en los ojos de este los ojos de quien fuiste alguna vez y que por algún error cometido, por alguna decisión mal tomada dejaste ir. Lo dejaste ir y con el dejaste que cualidades maravillosas se fueran volando con las ráfagas de viento que creíste que te darían alas pero que al final solo arrancaron de ti cualquier fibra e intención de volar que alguna vez pudiste tener.
Cambiar significa muchas cosas, cambiar significa perderte o encontrarte, amar u odiar, vivir u olvidar. Significa perder o ganar el juego que se está dando en tu vida. Significa tomar decisiones y aceptar que si no te reconoces en el espejo es porque no has tenido el valor ni las agallas de luchar por ser el que solía haber en ese reflejo. Porque cambiar significa tomar riesgos, significa amar cosas nuevas, odiar también, pero si tu camino es el que cualquiera con un buen corazón puede desear entonces en ti está tomar la decisión de salir al mundo y darle una buena patada por no ser lo que quieres. Lo que si es el mundo es algo que tu puedes cambiar, porque si el mundo te cambio una vez y te hizo daño entonces ahora es momento de que tu cambies tu mundo de la forma en que quieras, porque si no lo haces en algún momento cambiarás tanto que te perderás en el camino y cuando veas tu reflejo verás solo arrepentimientos, odios, venganza y años de tiempo perdido.
Cambiar es arriesgado, muchas veces da miedo y probablemente enfrentar cambios es de las fobias más temidas. Pero cambiar es necesario si te das cuenta de que ya has cambiado demasiado a tal punto de que sea ya la hora de volver a cambiar y hacer las cosas bien. Cambiar es avanzar si cuando cambias lo haces para bien. Si cambias para mal solo estas caminando para atrás, en arena movediza y con los ojos vendados, llorosos y futuramente arrepentidos.
lunes, 3 de enero de 2011
Vivir, un camino para uno. Máximo dos.
¿Nunca se han detenido a examinar su vida y ver que tanto hacen por los demás y que hacen por ustedes mismos? Todos los días buscamos complacer a alguien; a un jefe, a un maestro, algún familiar, etc. Pero qué de lo que hacemos diariamente lo hacemos para complacernos únicamente a nosotros. Piénsenlo bien, a veces ni siquiera escuchando música estamos complaciendonos egoístamente. A veces una canción le pertenece a alguien más en tus pensamientos, a veces una sonrisa es solo producto de algo que alguien más evoca en ti, pero no es algo que te pertenezca, es algo prestado, algo efímero y ajeno a ti. Cuando salimos a la calle por lo general siempre tenemos un destino, siempre salimos con el fin de dirigirnos hacía algún lugar específico o hacía alguien especial, pero ¿cuantas de esas veces salimos para estar solos? ¿cuantas de esas veces salimos para que el único destino sea estar en paz y en completa serenidad con la infinita compañía del viento y el cielo?¿cuantas veces dejamos atrás todo? Nunca. Nunca lo hacemos. Pueden haber unos cuantos por ahí que lo hacen, que están más que satisfechos con su propia compañía pero a nadie voy a engañar si digo que en mi caso esto es así. En muchos casos no es así y por eso me gusta hablar de ello, porque es algo que nos hace falta, porque el ser humano se acostumbró a 'ser' solo cuando alguien más 'es', y esto no debería ser así. Ser humano implica muchas cosas, implica sentimientos, implica dar nuestra vida a algo, a alguien o en busca de alguna cosa, eso es vivir para muchos.
La vida también debería constar en los momentos de soledad, esos donde solo tu sabes quien eres, sabes lo que sientes y crees saber lo que necesitas para no sentir que la vida te ha dejado únicamente un corazón roto y un alma potencialmente destrozada por lo que los demás quisieron hacer con ella y no por lo que tu quisiste hacer. Por lo que tu creíste que era el mundo cuando el mundo nunca supo quien eras tu, porque el mundo no te dejó vivir, no te dejó crecer como se supone lo debes hacer, solo te dio una rutina diaria, unos valores inculcados a regañadientes y una extraña necesidad por algo o alguien que hiciera de tu vida una vida en realidad. ¿Y que si eso no es lo que necesitas? Si lo que necesitas no es una meta si no simplemente un buen camino entonces, ¿por qué parte del camino vas?, si no hay destino se puede sentir insignificante la vida pero si el destino no logra ser lo suficiente para estar agradecido entonces, ¿porqué no más bien seguir caminando?, puede que te llegues a algún lado y puede que no, pero si llegas solo y tu vida vale más que cualquier otra cosa entonces has logrado sobrevivir sin haber tenido que vivir como te tocaba vivir. Habrán altos en el camino, habrán momentos cúspide y otros en el más caliente de los avernos, pero siempre te tendrás a ti y eso sobrevive todo, si tu logras creer que es así. Si no, estarás 'de boca en boca y de bar en bar' tratando de encontrar tu destino, obviamente errado, en la garganta alcoholizada de alguien más que desconoce su valor unitario.
Serás afortunado si encuentras alguien más, obviamente alguien que sepa lo que es vivir y que se respete lo suficiente para respetar como se debe a alguien más. Es decir, si en tu viaje encuentras que una persona conoce lo que vale, sabe lo que tiene, tiene un destino pero estás lejos de estar en el cómo lo más importante en el, entonces esa persona es para ti. Tampoco podemos vivir solos todo el tiempo, no vamos a engañar a nadie, todos necesitamos alguna especie de amor. Ya sea amor familiar, una pareja o alguna mascota. Todos necesitamos enfocar ciertos sentimientos en alguien más, sin olvidar, claro está, que seguimos siendo una persona, un individuo, y que como tal moriremos y viviremos.
El viaje en soledad puede ser muy largo, pero no deja de ser un viaje con hermosas vistas y con paisajes que te dejen sin aliento. El viaje en compañía, si es la correcta, no puede ser más perfecto. No puedes desear nada más si encuentras todo lo que buscas sin andar buscando demasiado, simplemente mirando dentro de ti y tal vez, si tienes suerte, en alguien más que sepa también todo lo que significa realmente vivir.