viernes, 9 de julio de 2010

Metro Cuadrado

Voy a contarles en donde estoy. Desde donde estoy veo perspectivas distintas. En cada dirección hay algo nuevo. Si miro atrás me encuentro con letras, conocimiento, información y recuerdos. Me encuentro con vicios, páginas en blanco y con herramientas que me mantienen despierto. Si miro al frente veo desorden, veo avaricia y veo necesidades. Veo lugares vacios y espacios que deberían estar ocupados por algo más. Si miro a mi derecha me encuentro con una inspiradora vacuidad, un lienzo en blanco, un proyecto nuevo, una meta y a la vez un impecable obstáculo. Si miro hacia arriba siento curiosidad, siento desconocidos, historias que invento en mi mente y dramas que no están allí. Si miro hacia abajo me siento perdido, no oigo ni escucho nada, no siento que haya algo allí y por esta razón me veo obligado a mirar a la izquierda. En la izquierda me encuentro con luces, con sueños y retratos, con felicidad y un desorden simpático. A la izquierda suspiro, sueño y añoro mejores tiempos. En esta dirección permanezco con el anhelo de una mañana más transparente, un ayer menos tortuoso y un presente llevadero. Por último está el centro, el confuso centro. Aquí donde me recuesto es donde entiendo todo, donde recuerdo, donde peleo con la incertidumbre de saber si algún día encontrare la respuesta a tantos interrogantes. Desde el centro es desde donde siento, donde lloro y rio, donde suspiro y maldigo respectivamente los días. Desde acá es desde donde combato mis deseos, mis pensamientos y mis ímpetus de odio. Desde acá es desde donde defino como mirar, hacia donde mirar y porque. En el centro sigo sin saber nada, sigo sin ser nadie y seguiré siendo uno hoy y otro mañana. Mire a donde mire, haga lo que haga, aquí es donde descansan mis sueños, mis alegrías y tristezas. Puede parecer absurdo y me dirán loco, pero sí, todo esto y más cabe en mi habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario